"...uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua." (Jn 19, 34)
El Corazón Sacratísimo de Jesús manifiesta el inmenso
amor de Dios a la humanidad.
San Juan nos enseña que Dios nos amó primero; en
consecuencia, nosotros hemos de corresponder amándolo también.
Nuestra actitud ante el Corazón de Jesús ha de ser:
1.- De amor, porque Él nos ama.
2.- Y de reparación, por tantas veces que le hemos
ofendido.
D. Marvin Mundo
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