Querido amig@ en esta ocasión vamos a conocer un poco más sobre el sacramento del bautismo y sus efectos.
Comenzaremos diciendo que el bautismo es la puerta de entrada a la Iglesia y a los demás sacramentos. (CEC 1213). Bautismo significa sumergir en el agua. Es el sacramento que nos hace hijos de Dios y miembros de la Iglesia. Con ella se nos perdona el pecado original de la que todos somos herederos de nuestros primeros padres y además los pecados personales que hemos cometido hasta el momento de nuestro bautismo.
Enumeramos a continuación los efectos que el Bautismo realiza en la persona que recibe tal sacramento:
Ø Perdona el pecado original
Ø Perdona todos los pecados personales
Ø Perdona las penas debidas al pecado
Ø Hace participar de la vida divina trinitaria mediante la gracia santificante
Ø Nos incorpora a Cristo y a su Iglesia
Ø Nos hace participar del sacerdocio de Cristo
Ø Nos otorga las virtudes teologales (Fe, Esperanza, Caridad)
Ø Nos otorga los dones del Espíritu Santo
Ahora bien, el bautismo puede ser administrado a cualquier persona que aún no esté bautizada. Esto quiere decir que lo pueden recibir grandes y pequeños. Puede un adulto con su uso libre de razón pedir el Bautismo. La Iglesia aconseja que se administre desde los primeros días del nacimiento porque como todos nacemos con el pecado original, necesitamos ser liberados del poder del maligno y entrar al reino de la libertad de los hijos de Dios (CEC. Compendio #258).
Agradezcámosle pues a Dios y luego a nuestros padres que nos han bautizado, y portémonos cual somos en verdad: “Hijos de Dios” y demos en el mundo testimonio de que hemos sido bautizados y comuniquemos esa alegría de formar parte de la gran Familia de Dios.
Nestor C.
0 comentarios:
Publicar un comentario