martes, 30 de abril de 2013

EL BIEN COMÚN



En el contexto donde vivimos existen muchas realidades de vida con abismal de diferencias entre sí. Cada día nos damos cuenta del avance del desarrollo de muchos pueblos gracias al avance de las técnicas y de las ciencias, pero también percibimos grandes desgracias y desalientos de vida de muchas personas. Esto nos induce a una profunda reflexión enraizada desde la misma realidad humana, es decir, desde la civilización y la comunidad que nos vio nacer y preguntarse, ¿qué he hecho por el bien de los demás? ¿He buscado el bien de mi comunidad?...

Es necesario preguntar, ¿qué es el bien común? El bien común es el bien de ese “todos nosotros”, es decir, formado por personas, familias y por grupos sociales que están en comunidad. El bien común abarca a todos. Es el bien de ese “nosotros”. El bien común es la caridad que se debe practicar. No es un bien que se busca por sí mismo, sino para las personas que forman parte de la comunidad social y que sólo en ella pueden conseguir su bien realmente y de modo eficaz, el cual, implica satisfacer las necesidades. El bien común debe de manifestarse en el vivir social de las personas. Con mayor razón, el bien que no se consigue individualmente se sirve y se apoya en los beneficios que proporciona el bien común.   El bien común no disminuye ni elimina al bien individual, sino que lo ayuda para su realización en comunidad.  

                Desear el bien común y esforzarse por él es exigencia de justicia y caridad. Se ama al prójimo tanto más eficazmente, cuanto más se trabaja por un bien común que responda también a sus necesidades reales. Es un gran desafío para las personas, familias, instituciones, entre otros, alcanzar el bien común; ya que es un desafío que nos compromete a todos. Es un deber de toda persona humana según sus capacidades y posibilidades dentro de la comunidad.  

El compromiso por el bien común va más allá de los compromisos meramente políticos o aquellos compromisos que se suspenden en las organizaciones del gobierno o en cualquier ONG. Es necesario que la labor que hay que realizar progrese armoniosamente en vista del bien común, porque éste no está para engendrar miserias comunitarias que siempre son retrocesos para la humanidad, sino para alcanzar un progreso verdaderamente digno de la persona humana. Por tanto, esforzarse por buscar el bien común es alcanzar los deseos y esperanzas fundamentales de las personas, de las familias y de la comunidad. Por eso, todo cristiano está llamado a la consecución de este bien. 

                ¿Por qué no se logra el bien común que tanta falta hace? En una cultura enferma de valores humanos, vestido de materialismo y hundido en el individualismo, no logra el bien común porque muchas personas solo buscan el interés personal aprovechándose de los bienes que en justicia pertenecen a los otros; porque los encargados de muchas instituciones que supuestamente están al servicio de la comunidad se apropian de los beneficios con destinos para solventar necesidades de la comunidad… No cabe duda, el hombre que no se interesa por el bien común es un hombre sin aspiraciones de una comunidad más humana y fraterna.

                Para terminar, en una sociedad globalizada y marcada por grandes diferencias sociales, es necesario que cada persona practique la caridad, que supere los deberes de justicia y que vive los valores cristianos y humanos. La sociedad actual logra un verdadero desarrollo sólo cuando las personas estén en apertura hacia los demás superando los intereses personales y que nadie permanezca indiferente antes las necesidades del otro.

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