viernes, 16 de septiembre de 2011

¿Que es un sacramento?

Un sacramento es un signo sensible y eficaz de la gracia instituido por Jesucristo y confiado a la Iglesia que nos comunica la gracia. Esto quiere decir que es algo visible (sensible), algo que se puede ver y tocar. Es también eficaz, es decir que realiza lo que significa, por ejemplo el agua del bautismo viene a significar la limpieza del alma, pero no solo lo significa sino también lo realiza en verdad, el alma de la criatura es lavada y convertida en un nuevo ser.

Estos sacramentos fueron instituidos directamente por Jesucristo y la Iglesia no puede cambiarlos y modificarlos en su esencia, solo puede hacerlo accidentalmente en cuanto a sus partes complementarias.

¿Porqué los sacramentos son siete?

Siguiendo las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica, podemos decir que “los siete sacramentos corresponden a todos las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano” (CEC 1210). Esto nos muestra que existe cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y la vida espiritual (cf. Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q. 65, a.1, c).

Cada uno de estos sacramentos forma parte de un organismo en el que todos tienen un lugar vital. Cuando hablamos de sacramentos de iniciación decimos que gracias al bautismo nacemos a una vida nueva, esto tiene semejanza al nacimiento terrenal; con la confirmación nos fortalecemos, esto es el crecimiento en la vida natural; y con la Eucaristía nos vamos alimentando, analogía con el alimento terrenal.

Los sacramentos de curación, son aquellos que van fortaleciendo al cristiano a lo largo de su caminar terreno. Así como se necesita de médicos y de medicina para curar nuestras enfermedades terrenas, así mismo, en nuestra vida espiritual tenemos la asistencia de los sacramentos de la Penitencia y la Unción de los enfermos.

Junto a estos cinco sacramentos, están los llamados “al servicio de la comunidad” (Orden Sacerdotal y Matrimonio), llamados así porque son los que hacen mover el germen de la vida cristiana.

Nestor Cujcuy

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