
Es una práctica muy buena el tener diversos momentos de oración a lo largo del día. Aquí tienes algunas oraciones que te pueden ayudar a empezar y a consagrar tu día a Dios, ofreciéndole todo aquello que vayas a realizar:
Oración de la mañana:
Dios mío, ¡yo creo que estás aquí presente! Te adoro y te amo con todo mi corazón; te doy infinitas gracias por haberme creado, redimido, hecho nacer en la Iglesia Católica, haberme conservado en esta noche y preservado de una muerte repentina. Te ofrezco todos mis pensamientos, palabras y obras, de este día, para mayor gloria tuya, en acción de gracias por todos los beneficios que de ti he recibido, y en satisfacción de mis pecados. Ayúdame a obrar por amor a Ti y por amor a mi prójimo. No permitas que te ofenda y dame fuerza para huir de las ocasiones de pecar. Amén.
Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mi no apartes, ven conmigo a todas partes y solo (sola) nunca me dejes: y ya que me proteges tanto, como verdadera madre, haz que me bendigan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
Lester Puac.
0 comentarios:
Publicar un comentario