miércoles, 28 de septiembre de 2011

Devocionario

Anunciar a Dios, es enseñar a rezar. “No se puede dar a conocer a Dios únicamente con palabras. Anunciar a Dios, es introducir en la relación con Dios: es enseñar a orar. La oración es fe en acto. Y sólo en la experiencia de la vida con Dios, se manifiesta también la evidencia de su existencia”. (S.S. Benedicto XVI)

Es una práctica muy buena el tener diversos momentos de oración a lo largo del día. Aquí tienes algunas oraciones que te pueden ayudar a empezar y a consagrar tu día a Dios, ofreciéndole todo aquello que vayas a realizar:

Oración de la mañana:

Dios mío, ¡yo creo que estás aquí presente! Te adoro y te amo con todo mi corazón; te doy infinitas gracias por haberme creado, redimido, hecho nacer en la Iglesia Católica, haberme conservado en esta noche y preservado de una muerte repentina. Te ofrezco todos mis pensamientos, palabras y obras, de este día, para mayor gloria tuya, en acción de gracias por todos los beneficios que de ti he recibido, y en satisfacción de mis pecados. Ayúdame a obrar por amor a Ti y por amor a mi prójimo. No permitas que te ofenda y dame fuerza para huir de las ocasiones de pecar. Amén.

Oración a la Santísima Virgen María:

Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mi no apartes, ven conmigo a todas partes y solo (sola) nunca me dejes: y ya que me proteges tanto, como verdadera madre, haz que me bendigan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.




Lester Puac.

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