viernes, 14 de octubre de 2011

Moral Cristiana

¿Cómo aprender a vivir, cómo debe vivir un hombre?

A primera vista, respondiendo a esta interrogante, es tener afición a las acciones bellas. Es decir, el amor a la belleza, al buen obrar, a la dignidad de la vida humana. Concretando, la moral consiste en el juicio sobre el hacer las cosas correctamente.

Por otro lado, si nos damos cuenta y aprendemos de los acontecimientos de la historia, la cultura almacena y transmite la experiencia de los que han vivido antes que nosotros. Juzgándolos, llegamos a darnos cuenta de lo bueno o lo malo para una vida adecuada del hombre. Por ejemplo: sería terrible que cada ser humano tuviera que descubrir todo él solo -en materia de alimenticia solo podríamos equivocarnos una vez; el primer hongo venenoso nos llevaría a la tumba-.

El amor a la belleza, a la dignidad de la vida, las buenas costumbres…para vivir como debe ser, se concreta en la moral. En el terreno moral quienes han presidido han acumulado un saber sobre lo que al hombre conviene o le perjudica. No obstante, y distinguiendo la concreción, la moral cristina es una moral universal porque tiene como fundamento la antropología, y la pueden vivir todas las personas -en todo el mundo-, aunque a veces los implicados no lo asumen con responsabilidad.

Desde el punto de vista de la moral cristiana, una vida recta empieza de la divinización del hombre por la gracia, que nos convierte en una nueva criatura (Gal 5,5). Esta participación de la vida divina por la gracia -esto no quiere decir que somos dioses- nos ha convertido en hijos de Dios, lo que implica que la vida moral cristiana posea principios y exigencias propias nacidas de la gracia y cognoscibles sólo por la Revelación. Su peculiaridad está en que es una moral revelada. Por ello, no se presenta como fruto de una experiencia humana acumulada, sino como fruto de la enseñanza de Dios al hombre, descubrirle al hombre el modo de vivir autentico.

La ética cristiana supone un estilo de vida muy superior al modelo ético humano más elevado: nos llama a imitar a Cristo, identificarnos con Él. Ya que el fundamento de esta moral cristiana está en la Persona de Jesús y sus enseñanzas.

Sirva esto de aclaración a una equivocada afirmación que hacen algunas personas sobre la moral cristiana, dicen que  “ya está superada, pues es parte del pasado”, como que si se considerara superadas las puestas del sol porque ya hace miles de millones de años que se producen. Por ende, no conviene engañarse ni dejarse llevar por el esnobismo. 
                                                    

 Diego Mendoza  Damián

0 comentarios:

Publicar un comentario